Como todos sabemos, Startup es un término que ha ganado mucha popularidad en los últimos años.
No existe una definición oficial como tal, pero podríamos definirla como: cualquier empresa que se haya creado con la intención de crear un nuevo producto o servicio, y lograr un crecimiento significativo en un corto periodo de tiempo, en condiciones de extrema incertidumbre.
Y casualmente en España, una startup suele ser también una PYME pero… una PYME no tiene porque ser una startup.
En FANDIT profundizamos más en esto y te lo contamos en detalle para que no se te escape nada.
Índice de contenidos
¿Qué es una startup según la nueva Ley?
Si nos vamos a la nueva Ley de Startups podemos encontrar una definición más formal de lo que es una startup:
La Ley define el concepto y habla de a las empresas de nueva creación o que lleven menos de 5 años operando (7 años para la biotecnología, la energía, la industria y otros sectores estratégicos, o que hayan desarrollado su propia tecnología), que son independientes de otras empresas, no cotizan en bolsa, no distribuye ni han distribuido beneficios, tienen carácter un innovador y su volumen de negocio anual es igual o inferior a 5 millones de euros.
Con esta definición formal acotamos mucho más lo que es una startup en nuestro país más allá de una definición libre que podamos encontrar por Internet.
Características de las startups en España
Si nos vamos más a la definición clásica podemos definir una serie de características, y si trabajas en una startup, lo primero que te encontrarás es un entorno en el que todo se hace para conseguir objetivos y resultados lo antes posible.
Esta forma de trabajar puede cambiar tus hábitos de vida: debes ser más flexible y tener la capacidad de adaptarte rápidamente, porque aquí todo puede cambiar de un día para otro.
Teniendo esto en mente, hay 4 características que consideramos relevantes y que desde nuestro punto de vista definen lo que es una empresa de alto crecimiento:
- De nueva creación: La startup es una empresa joven, moderna, familiarizada con el entorno tecnológico y que busca una financiación posterior al nacimiento.
- Escalabilidad: La principal característica de las empresas de nueva creación son su velocidad y su capacidad para crecer y generar ingresos rápidamente. También permite aumentar la producción y las ventas sin incrementar los costes. Como resultado, tanto los volúmenes de producción como los márgenes de beneficio aumentan exponencialmente. Así se aumentan los beneficios enormemente sin la necesidad de hacer crecer los costes de la empresa.
- Tecnología: Una startup es un negocio basado en ideas innovadoras para satisfacer nuevas necesidades del mercado o mejorar las que existen.
- Costes bajos: El punto de partida de las empresas de nueva creación es mantener los costes de producción bajos para poder crecer más rápidamente. Por ejemplo, en la fase de puesta en marcha, a menudo puedes desarrollar tu negocio en un espacio de coworking, utilizar estrategias de marketing de guerrilla o asociarte con una empresa más grandes… Todo en favor de mantener los costes bajos y crecer.
¿Cuál es la diferencia entre una empresa y una startup?
Lo primero que hay que entender es que las startups no son nada nuevo. La palabra «startup», de hecho, existe desde 1940. Era el nombre de una revista de corta duración publicada por el profesor de la Harvard Business School Ephraim Fischoff y su esposa Marjorie Fischoff.
Entonces, ¿Qué diferencia a una startup de otras empresas?
Ya hemos hablado de la innovación y la escalabilidad como aspectos relevantes pero otro de los puntos que diferencia una startup de una pyme tradicional es la financiación.
Las startup priorizan la inversión de terceros para financiar el crecimiento: Family, Friends and Fools en primera instancia, pasando por Business Angels y terminando en Venture Capital y otros fondos de inversión.
Es por eso que una startup suele estar levantando rondas de financiación, aunque también tenemos muchas que hacen todo de manera bootstrapping o sin recursos.
¿Qué se necesita para crear una startup?
La creación de una startup requiere generalmente de recursos, tiempo y dinero. También hay requisitos que provienen del modelo de negocio de la empresa, pero eso es otro tema.
Lo primero que hay que hacer es tener una idea o una innovación que pueda ser replicada. Esto significa que hay que diseñar todo con cuidado para poder escalar cuando llegue el momento.
Luego está el equipo: si no estás familiarizado con este proceso, puede ser difícil encontrar personas que compartan tu visión y trabajen contigo para alcanzar sus objetivos y los tuyos.
Lo siguiente es encontrar a alguien con experiencia en la gestión de startups (un mentor), que te ayude en los momentos de incertidumbre y más oscuros.
Conseguir ayudas para montar una empresa también es una cosa que es posible que necesites al principio.
Por último, crear tu entidad legal (empresa) y comenzar a funcionar.
¿Cómo crear una startup?
El primer paso para crear una startup es definir su propósito y misión, que deben estar claros desde el principio.
También es necesario contar con el mejor equipo posible que sea capaz de cumplir esta misión. Reiteramos que este punto porque es crítico y en el que se fijan muchos inversores.
El siguiente paso recomendable es elegir entre una incubadora o un espacio de coworking ya que ambos pueden ayudarte a lanzar tu proyecto en pocos meses. Si quieres hacerlo todo por tu cuenta, deberás comprar todo el equipo y el mobiliario necesario para poder trabajar cómodamente en casa o incluso alquilar una oficina si es necesario.
Otros aspectos importantes son ideas que sean innovadoras y revolucionarias; que contribuyan positivamente a la sociedad y a la vez aporten beneficios a la empresa; que no compitan directamente con otras empresas, sino que complementen sus servicios; etc.
Una vez completados estos pasos, ¡es el momento de la puesta en marcha!
Un sitio donde empezar es a través del CIRCE
¿Cuándo una startup deja de serlo?
Esto puede ocurrir de varias maneras, pero normalmente ocurre cuando los fundadores sienten que han tenido éxito en su misión y deciden dejar de actuar como equipo emprendedor.
También ocurre cuando se alcanzan ciertos hitos, como tener suficiente dinero en mano para la siguiente ronda de financiación, contratar a más de 100 empleados (o 50 si se trata de una empresa B2B), generar ventas por encima del 1 millón de euros o 250.000 euros (dependiendo del sector al que pertenezca su negocio).
Estos son sólo ejemplos: hay muchas formas de medir el crecimiento y la madurez de una empresa; sin embargo, las mencionadas son buenas referencias.
Por otra parte, una start-up puede dejar de serlo si se fusiona con otra. Esto significa que si hay una adquisición o fusión, ya no se considera una empresa de nueva creación. Simplemente se convierte en parte de una empresa más grande, que incluso puede ser un gigante corporativo. De todas formas decimos que puede, porque en muchos casos sucede para potenciar el crecimiento de una forma mucho más rápida y quitarse competidores, las startups se fusionan.
Si una empresa que tradicionalmente ha sido de propiedad privada sale a bolsa y su capital se hace público, también se aleja de la definición de startup.
Además, hay que tener en cuenta la noción de temporalidad. Una empresa que ha comenzado como una startup también puede dejar de serlo con el tiempo.
En otras palabras, una empresa que ha sobrevivido durante mucho tiempo gracias al capital privado y a las rondas de financiación que han expirado, tendrá dificultades para ser incluida en el concepto.
El tiempo y forma puede ser muy variable pero con la información de arriba puedes hacerte una idea.
¿Cómo invertir en una startup?
Un punto destacado de las startups es que viven al principio de financiación externa y tú puedes contribuir aunque no seas un gran fondo.
Es por eso que si quieres invertir en una startup, pero no tienes el dinero necesario para una gran inversión, aún puedes entrar en acción. Hay varias formas de invertir aunque tu presupuesto sea pequeño y/o ajustado.
Puede ser invirtiendo con un inversor ángel o puedes invertir en una plataforma online en la que comprar acciones de startups que aún no cotizan en bolsa a precios bajos.
También hay muchas otras opciones disponibles en sitios como Wefunder, Crowdcube o Dozen donde los individuos pueden invertir en startups de cualquier parte del mundo gastando tan menos de 1.000 euros.
Es importante no sólo la cantidad de dinero que uno pone, sino también si quiere ser propietario de acciones (participaciones) junto con derechos de voto sobre ciertas decisiones tomadas por los propietarios/sociedades de gestión que dirigen estas empresas.
Especialmente cuando son lo suficientemente rentables o llegan a serlo más adelante, porque esto significa tener acceso a los beneficios generados después de los impuestos pagados durante las operaciones, lo que podría significar flujos de ingresos adicionales que vuelven al bolsillo de uno cada año.
Lo importante es entender qué se considera una startup española y sus requisitos legales.
Esta información pretende ayudarte a entender qué es una startup en España, cómo puedes crear la tuya y que debes hacer antes de lanzarte. Es importante conocer los requisitos legales para crear una startup, lo que se necesita para crear una y cómo invertir en las startups existentes.
Con esta información, podrás tomar una decisión informada sobre si lo tuyo son las startups.
Conclusión
Esperamos que este artículo te haya ayudado a entender la diferencia entre una startup y una empresa, así como sus requisitos legales. También hemos hablado de cómo crear una y de sus ventajas para los inversores. Si tienes dudas utiliza los comentarios y te ayudaremos
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