Las ayudas públicas pueden ser un arma de doble filo, y es normal que muchos teman los efectos de la tributación de las subvenciones.
En este artículo voy a intentar aclararte el tratamiento fiscal de las subvenciones para que entiendas cómo se declaran las ayudas y no comentas errores que pueden llevarte a tener que pagar multas.
Índice de contenidos
Entendiendo cómo tributan las subvenciones y ayudas
Para entender cómo tributan las subvenciones primero debes saber que depende de quién sea el beneficiario puesto que una persona física, autónomo o particular declara las ayudas en su Renta (IRPF) pero si el beneficiario es una sociedad tributa las ayudas en el Impuesto de Sociedades (IS).
Aclarado este punto, vamos a analizar cómo tributan las subvenciones en el IRPF para particulares y autónomos.
Diferencia entre ganancias patrimoniales y rendimientos del trabajo o actividad laboral
Lo primero que tienes que tener en cuenta es que las ayudas se declaran por el importe exacto de la subvención que se ha obtenido.
¿Cómo se declaran las subvenciones en renta? Hacienda entiende que depende del tipo de ayuda pueden ser:
- Ganancias patrimoniales, cuando la ayuda no está ligada a una actividad profesional. Ejemplo: ayuda para la adquisición de una vivienda o la rehabilitación de la vivienda habitual.
- Rendimientos del trabajo (asalariados) o de la actividad laboral (autónomos), cuando la ayuda está relacionada con una actividad profesional, como el Kit Digital para autónomos o el cheque moderniza.
Tratamiento fiscal de las subvenciones: ¿Cómo tributan las subvenciones en el IRPF?
Es importante saber qué hay que declarar en las subvenciones, pero también cuándo.
Las ayudas ya sean rendimientos del trabajo se tienen que tributar en el IRPF mediante la declaración de la renta o ganancias patrimoniales derivadas de ayudas públicas.
Ten en cuenta que aunque no llegues al mínimo obligatorio para presentar la renta, si recibes una subvención no exenta por más de 1.000€ tienes que realizar la declaración obligatoriamente.
¿Las Ayudas del Gobierno se declaran?
Las subvenciones se declaran siempre que tengas la obligación de hacerlo.
Pero, si la ayuda que has recibido es de más de 1.000€ y no está exenta de aparecer en la declaración de la renta. Tendrás que incluirla en tu declaración aunque no tengas la obligación de realizar la declaración.
Tipos de subvenciones, su tratamiento fiscal y exenciones
Existen diferentes tipos de subvenciones, pero para clasificarlas atendiendo a su tributación, las ayudas pueden ser ganancias patrimoniales o rendimientos de la actividad.
Clasificación y tratamiento de las subvenciones y ayudas
Las ayudas que se consideran como ganancias patrimoniales para Hacienda son:
a) Cuando su obtención está ligada a un elemento patrimonial no afecto a actividad económica. Entre otras:
- Subvenciones por adquisición o rehabilitación de vivienda habitual.
- Subvenciones por la reparación de defectos estructurales en la vivienda habitual.
- Ayudas públicas para el pago del IBI.
- Ayudas públicas derivadas del Plan Renove de los bienes de los que se trate (electrodomésticos, calderas, ventanas, aire acondicionado etc.)
- Ayudas públicas para la instalación de rampas, ascensores, aunque se instalen para mejorar la movilidad.
- Ayudas públicas a la adquisición de vehículos sostenibles (MOVALT, VEA Y MOVES III 2022) cuando los beneficiarios son contribuyentes del IRPF que no realizan ninguna actividad económica.
Se deben incluir en la Declaración de la Renta como «Otras ganancias y pérdidas patrimoniales que no derivan de la transmisión de elementos patrimoniales”
b) Cuando su obtención no está ligada a un elemento patrimonial, y no se califica como rendimiento del trabajo o de la actividad económica, por ejemplo:
- Ayudas públicas al alquiler
- La «Ayuda de 200 euros a personas físicas de bajo nivel de ingresos y patrimonio»
- El «Bono Social Térmico»
- Bono Cultural Joven
- Otros bonos culturales
- Ayudas públicas a los titulares de bienes integrantes del Patrimonio Histórico Español destinadas a su conservación o rehabilitación.
- Ayudas públicas para la primera instalación de jóvenes agricultores previstas en el Marco Nacional de Desarrollo Rural destinadas a la adquisición de una participación en el capital de empresas agrícolas.
Las ayudas que se consideran rendimientos del trabajo, cuando el que la recibe es una persona asalariada y la subvención tiene relación directa con su empleo.
- Prestaciones de la Seguridad Social por desempleo o por incapacidad, jubilación, accidente, enfermedad, viudedad o similares.
- Las becas que no estén exentas, así como las ayudas concedidas para promover el empleo.
- Ayudas públicas para la adquisición de material escolar, incluidos libros de texto y material didáctico e informático complementario.
- Ayudas públicas para comedor escolar.
- Ayudas para transporte escolar.
- Cheques guardería que ofrecen varias comunidades
- Ayudas de Integración y Emergencia Social, destinadas a sufragar gastos de alimentos, luz y agua.
Las ventajas de recibir una subvención que tributa como rendimiento del trabajo es que puedes aplicar una reducción de 2.000 euros en concepto de «Otros gastos», y de una reducción adicional de hasta 5.565 euros si los rendimientos netos (después de gastos) son inferiores a 16.825 euros. Si la subvención es ganancia patrimonial no puedes aplicar esta reducción.
Las ayudas que se consideran rendimientos del trabajo para autónomos pueden ser:
- Subvenciones corrientes que sustituyan ingresos ordinarios del ejercicio, como si se hubiese producido una venta, por ejemplo.
- Subvenciones de capital que financian la compra de elementos patrimoniales que estén ligados a la actividad. Para este caso, la subvención se imputa por el porcentaje de amortización.
Subvenciones y ayudas exentas de IRPF
Ten en cuenta que las ayudas sociales se tributan, aunque pueden haber excepciones.
Para saber si una ayuda no tributa y está exenta de aparecer en la Declaración de la Renta, lo mejor es comprobar en las bases de la convocatoria si se especifica. Algunos ejemplos de subvenciones exentas son:
- Prestaciones por incapacidad permanente absoluta o gran invalidez.
- Indemnizaciones por despido del trabajador.
- Becas públicas (solo si así se especifica en ellas).
- Prestaciones por desempleo percibidas en pago único.
- Prestaciones por entierro.
- Indemnizaciones por responsabilidad civil y seguros de accidente.
- Prestaciones públicas por maternidad o paternidad. También las que se reciban por nacimiento, parto o adopción y similares.
Declarando subvenciones y ayudas en la Renta 2023
¿Cómo se declaran las subvenciones en la renta?
Como se ha comentado anteriormente, la tributación de las subvenciones depende de la clasificación de la subvención como ganancia patrimonial o rendimiento del trabajo/actividad económica, irá a una casilla u otra.
Normalmente en el manual de la renta Hacienda indica que casilla corresponde a cada tipo.
¿Cuándo se declaran las subvenciones en renta?
Las subvenciones públicas deben imputarse en el IRPF del año de cobro, no de concesión, siguiendo la regla general. Sin embargo, existen reglas especiales para casos de ayudas elevadas y pagadas en un solo momento.
En estos casos, se puede optar por declararlas en cuartas partes durante el año de cobro y los tres siguientes, limitando así la progresividad del impuesto y evitando una tributación excesiva en un único año. Descubre más sobre las subvenciones públicas y su tratamiento en el IRPF.
¿Qué porcentaje se lleva Hacienda de una subvención?
Para saber el porcentaje que se lleva Hacienda en cada subvención, es importante clasificar la subvención y saber a qué grupo corresponde, así:
- Subvenciones exentas: no se tributa nada.
- Subvenciones como ganancia patrimonial: tienes que tener en cuenta el resto de tus ganancias patrimoniales, y los porcentajes son:
- Hasta 6.000 de ganancia: 19%
- Entre 6.000 y 50.000 euros: 21%
- Entre 50.000 y 200.000 euros: 23%
- Más de 200.000 euros: 26%
- Subvenciones como rendimientos del trabajo cuando eres un asalariado: Reducción de 2.000 euros en concepto de «Otros gastos», y de una reducción adicional de hasta 5.565 euros si los rendimientos netos (después de gastos) son inferiores a 16.825 euros. Aplicada la reducción, si quedase algo por declarar se tributa como un rendimiento neto del trabajo normal.
- Subvenciones como rendimiento de actividades económicas cuando eres autónomo:
- Subvenciones corrientes: se considera como un mayor ingreso y tributa como una ganancia más de la actividad.
- Subvenciones de capital para bienes que se amortizan: se tributa en el porcentaje de la amortización del bien anualmente.
Tributación de subvenciones en distintos contextos
Para saber cuánto se paga a Hacienda por una subvención es importante conocer el contexto.
¿Cómo tributan las subvenciones para autónomos y en módulos?
Existen distintas formas en las que estas ayudas pueden llegar, y dependiendo de su categoría, tienen un tratamiento tributario diferente.
Si las ayudas son para cubrir gastos o compensar pérdidas de ingresos, o incluso si son para asegurarte unos ingresos mínimos al comenzar tu actividad, se consideran subvenciones corrientes. En este caso, se sumarán a tus ingresos del año y se agregarán al rendimiento neto de módulos o al rendimiento neto de tu actividad si eres autónomo.
Ahora, si las ayudas están destinadas a apoyar inversiones en bienes duraderos o gastos que se extienden a lo largo de varios años, se clasifican como subvenciones de capital. Aquí, se imputarán en la medida en que vayas amortizando las inversiones o gastos realizados con ese dinero.
Pero ¡ojo! Si los bienes no se pueden amortizar, la subvención se considerará completamente en el ejercicio en el que vendas o des de baja el activo financiado con esa ayuda.
Así que, recuerda que dependiendo de la situación, las ayudas tienen distintas reglas para su tributación.
Aquí te dejo un ejemplo de cómo tributa una subvención de capital. Imaginemos que Pedro, un autónomo en España, recibe una subvención de capital de 10,000 euros para invertir en equipamiento para su negocio. Esta subvención está destinada a cubrir parte de los gastos de adquisición de dicho equipamiento.
En este caso, Pedro deberá imputar la subvención de capital a medida que vaya amortizando los bienes adquiridos con ella. Supongamos que el equipamiento tiene un período de amortización de 5 años, es decir, se amortiza un 20% cada año.
En el primer año, Pedro deberá incluir en su declaración de IRPF un ingreso de 2,000 euros (20% de la subvención recibida). Este importe se sumará a los demás ingresos de su actividad económica.
En los siguientes cuatro años, Pedro deberá seguir incluyendo en su declaración un ingreso de 2,000 euros cada año, hasta completar la subvención de capital recibida. A este ingreso se deberán sumar el resto de ingresos y se tributa del 9% hasta el 47%.
¿Cómo tributan las subvenciones en el Impuesto de Sociedades?
Aunque en este artículo nos hemos centrado en la tributación de las ayudas para particulares y autónomos, tenemos una guía completa para contabilizar las subvenciones de cara al Impuesto sobre Sociedades.
Preguntas frecuentes sobre la tributación de las ayudas
¿Las ayudas sociales tributan?
La respuesta corta es si, las ayudas sociales tributan. La respuesta larga es: depende.
Hay muchas ayudas sociales que entrega el gobierno y están exentas, te recomiendo que leas el apartado anterior donde enumeramos unos cuantos ejemplos de ayudas exentas, y que consultes las bases de la convocatoria de la ayuda para asegurarte.
¿Hay que declarar todas las subvenciones?
Depende de si la ayuda está exenta de declaración, para asegurarte lo mejor es leer las bases de la convocatoria y asegurarte.
La tributación de las ayudas es algo que puede asustar, especialmente cuando no conoces cómo tributan. Espero que este artículo te haya servido para aclarar un poco como se declaran las ayudas públicas.
Soy Juan Francisco, abogado y economista.
Dejé de trabajar como asesor para ayudar a democratizar el acceso a las subvenciones. Interesado en tecnología, finanzas y fiscalidad.